28 marzo, 2007

crónica visual para un amor pasado

musica para acompañar el paseo:
















...déjame recordar.















...soledad, en el instante de dos.




Conclusiones: ninguna, excepto por la botella de vino a medias.

18 marzo, 2007

declinaciones de las multitudes (part 1)

Las respuestas podrán venir al paso; o puede que yo sencillamente logre dormir.


(...)
En este punto de la pesquisa, lo que me parece más probable es que la episteme de los Derechos Humanos es, en una gran cantidad de casos, más deficitaria que su política, es decir, que una cadena de normas con aplicación en la moral, ejercida en el ámbito de la gama cultural de la post-modernidad, no debe retenerse en cuestiones formales, semánticas, siquiera ontológicas, sin que, antes de todo, esté legitimada por sus actores.

Eso implica dos momentos: Primero, el de que la búsqueda por fundamentación para el modelo de sociedad abierta y el multiculturalismo, arrastrado por la Historia desde la Ilustración, no ha, paradójicamente, logrado su luz, y no parece que la tolerancia sea, por defecto, el termómetro en las relaciones interculturales, aún que no esté en completo descrédito.

Por supuesto, refiérome a Putnam y al Pragmatismo, y creo en su teoría del abandono de la Ontología en cuestiones morales (el sentido de las cosas es plural y libérrimo en el foro de la moralidad); Pero ¿cual sería, de esa suerte, el enfoque a seguirnos? Bueno, el ser humano no reproduce aquello que no conoce siquiera en teoría, es decir, que no podemos cobrar de alguien ser tolerante con sus diferentes, por ejemplo, si esta no es una tradición cultural de la cual comparta, porque le faltará en entendimiento de dicha conducta. Es necesario que se conozca los fundamentos del multiculturalismo, y a través de dicho razonamiento generar una “creencia moral” que justifique los hechos.

(Articular creencias morales no quiere significar el empadronamiento del pensamiento, ni tampoco tiene que ver con las equivocadas teorías occidentalistas de la aclamada reconstrucción de los Derechos Humanos; Es, más bien, la nota unívoca en la que podrían las culturas reconocerse a ellas mismas y a las otras como ni buenas ni males, sino distintas pero equidistantes.)

El segundo momento sería el de verificar si una creencia moral epistemológicamente justificada y políticamente encadenada puede convertirse en una creencia moral compartida y incontrovertible, quiero decir, si los Derechos Humanos epistemológicamente justificados y formalmente consistentes pueden ser autoaplicables desde el punto de vista de un imaginario cultural cualquiera, y los porqués del rechazo. Hablamos de tradición: ¿habría una razón universal que se la puedan compartir todos los seres humanos?

 

Roberta Gonçalves, 2007 - We copyleft it!